El argumento original y sencillo: Dos mujeres, Carmen y Marga deciden romper con la situación inmediata y asfixiante de la vida que están llevando. Carmen de cerca de ochenta años de edad, escapa del asilo o residencia para ancianos en donde la ha confinado su familia; Marga, bastante joven todavía, escapa del ambiente familiar que le condiciona la existencia, la desconsidera y la envuelve en una atmósfera cotidiana insoportable.
La coincidencia de las dos mujeres en horas de la madrugada en una carretera solitaria, en la esperanza de encontrar algún vehículo cuyo chofer se brinde a sacarlas de allí, en una fuga no concertada entre ellas, es el inicio de una aventura en busca de un cambio de vida, que las lleva a vivir situaciones insólitas, dramáticas y divertidas a un tiempo.
Abandonadas de noche en medio de un bosque desolado; en una granja al cuidado de animales domésticos; celebrando un inaudito pic-nic en un cementerio; ocupando furtiva e ilegalmente una casa vacía que se está ofreciendo en alquiler; detenidas durante una noche en un cuartel de la policía, y, al fin de ese insólito periplo, vueltas al punto de partida de su fuga.
En ese compartir la aventura, se crea una relación amistosa entre las dos mujeres, un intercambio de ideas, de análisis de las distintas situaciones que han confrontado en sus vidas, de lo que, como conclusión, ambas van siendo portadoras de una especie de filosofía mundana, que surge de esa nueva experiencia y el camino dejado atrás.
Pero todo eso se ofrece a través de unos diálogos y un texto de gran comicidad; situaciones que, por lo absurdas y jocosas, hacen reír constantemente al público asistente. “Fugadas”, pues, es una obra que nos hace reír y nos hace pensar; y, metiéndose en la aventura de las protagonistas, nos lleva –entre otras-- a la conclusión de que siempre se está a tiempo para recomenzar la vida o, al menos, para abordar nuevas experiencias y reorganizar la existencia.
La dirección de la obra y el montaje en general, están a cargo de Marcos Casanova, que le da a las escenas un movimiento y un ritmo apropiado al texto ágil y picante.
Por la parte de las actrices, Marta Velasco da una vez más muestras de su versatilidad y buen oficio, en la deliciosa creación de una anciana que se asoma con gracia y energía a la tercera edad.
Paulina Gálvez, la otra compañera de la aventura, se armoniza bien con el personaje de su improvisada amiga, con buenas transiciones de la angustia a la hilaridad, del entusiasmo al desánimo y en el descubrimiento de un nuevo sentido de la vida que al final, vuelve a reunir a las dos amigas con el acuerdo jovial de una nueva fuga. Buen comienzo de año para el Teatro 8. (Para informes y reservaciones. Tel. (305) 541-4841.
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